Pep Guardiola y André Villas-Boas.
Pep Guardiola y André Villas-Boas.
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"Guardiola es el mejor entrenador del mundo": Villas-Boas

El portugués indicó que el técnico español ha "ha reinventado el estilo, la forma de jugar y la relación tiempo-espacio en el fútbol".

El entrenador portugués André Villas-Boas se ha deshecho en elogios hacia el actual técnico del Manchester City, Pep Guardiola, a quien considera "el mejor entrenador del mundo".

"Veo a Guardiola ganar en otro país -el City acaba de proclamarse campeón de la Copa de la Liga inglesa- con el fútbol maravilloso que juegan sus equipos y me causa mucho placer. Para mí es el entrenador de la década, realmente el mejor del mundo", ha destacado.

Villas-Boas, que estos días está en Mónaco como embajador de la Academia Laureus, que hoy martes celebra su gala anual del deporte mundial, cree que Guardiola "ha reinventado el estilo, la forma de jugar y la relación tiempo-espacio en el fútbol".

"Fue muy importante ese primer año donde no le salieron bien las cosas en el City. Y también es una realidad que ha habido mucha inversión ahí. No todos los entrenadores pueden gastarse un billón de libras, pero ha dado sus frutos y su fútbol es realmente excepcional", afirmó.

Villas-Boas fue durante cinco años el segundo de Jose Mourinho, a quien acompañó en su etapa en el Oporto, el Chelsea y su primera temporada en el Inter de Milán.

A su compatriota le atribuye una transformación de la metodología en el mundo del fútbol: "Mourinho, en su tiempo, cambió la forma de entrenar, los entrenamientos antes no eran metódicos ni científicos. Toda esa escuela que tenía Van Gaal la llevo a Portugal y el impacto que tuvo el en Europa hizo cambiar mucho el modo en que los entrenadores preparaban los partidos".

A Villas-Boas, sin embargo, no le gustaría regresar a Inglaterra para medirse con Guardiola y Mourinho en los banquillos. "Volver a la Premier no está en mis planes. Fue una experiencia muy buena a nivel personal y profesional, pero sin títulos", recuerda.

Con la elegancia de Pep y el carácter de Mou, se convirtió en el técnico de moda cuando hizo al Oporto campeón de Liga, Copa y Supercopa portuguesas y de la Liga Europa la temporada 2010-11.

El Chelsea le ofreció entonces un contrato de tres años, pero no llegó a cumplir ni el primero. A veinte puntos del líder de la Premier y con un 3-1 adverso en la ida de octavos de la Liga de Campeones, acabó destituido. El italiano Roberto Di Matteo tomó las riendas del equipo, ganando aquella temporada, contra todo pronóstico, la 'Champions'.

"En el Chelsea, las cosas no me salieron bien. En el Tottenham, sí el primer año (el equipo quedó quinto batiendo entonces su récord de puntuación en la Liga), pero en el segundo se montó un culebrón, entre los fichajes, la dirección técnica y yo, y al final fue mejor que cada uno tomar su camino", explica sobre su experiencia en las Islas Británicas.

Mejor le fue en el Zenit de San Petersburgo, donde ganó una Liga, una Copa y una Supercopa de Rusia en dos temporadas. El curso pasado, dirigió al Shanghai SIPG, relevando en el banquillo al sueco Sven-Göran Eriksson. Allí fue subcampeón de la Liga y la Copa china y llegó a las semifinales de la Liga de Campeones de Asia, pero decidió no continuar.

"Ha sido una experiencia extraordinaria, mi mujer no quería regresar, pero es un campeonato condicionado por muchas decisiones políticas con el objetivo de hacer más competitiva la selección china y a mí me interesaba mucho regresar a Europa, donde el fútbol es más competitivo y más interesante", afirma.

Aunque tiene "la ilusión grande" de probar "dos formas de fútbol muy diferentes como el de Brasil y Japón", su objetivo ahora es ocupar durante los dos o tres próximos años el banquillo de un equipo de las grandes Ligas europeas que le faltan por probar. "La próxima temporada me gustaría entrenar en España, Alemania, Italia o Francia", finalizó. 

EFE

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